Me resulta más fácil de lo que suponía abordar esta nueva tarea, me he dado cuenta que sin saberlo, en los últimos tiempos, en el Servicio donde trabajo hemos creado una auténtica comunidad de práctica.
Inicialmente en la oficina donde desarrollo la mayor parte de mis funciones los objetivos y los retos están muy claros:
Todos los alumn@s de la provincia, lleguen cuando lleguen, deben tener una plaza escolar lo más adecuada posible a sus necesidades, de acuerdo con la legislación y los recursos disponibles. Si hablamos de escolarización obligatoria, por su edad, ya es un imperativo legal.
Al tener que afrontar cada día retos de difícil solución, hemos ido creando un equipo muy cohesionado, donde la experiencia y el conocimiento que aporta cada uno sirve para aportar buenas soluciones a la gran mayoría de peticiones que se nos hacen desde la ciudadanía.
La diversidad del mismo: Profesores de secundaria de distintas edades, profesor de Ciclos Formativos y técnico de gestión de la administración, nos permite poder enfocar la solución de cada petición desde varias perspectivas, lo que siempre añade mucho valor a la resolución final, no exenta de debate.
Desde este punto de partida, hemos sido capaces de salir de nuestro entorno y buscar información en el resto de secciones que componen el Servicio. El grado de libertad y confianza con la que contamos por parte de nuestro jefe, nos permite afrontar los retos desde las ganas de querer resolverlos, no como una imposición formal, si no como una necesidad colectiva de terminar bien algo que se nos demanda por parte de la ciudadanía y que creemos necesario.
Nuestra comunidad de practica la forman todos los miembros del Servicio de Planificación y Escolarización y muchos más compañer@s de restantes Servicios con los que nos comunicamos, aprendemos y coordinamos continuamente. Todos tenemos un interés común, que es conseguir que el derecho a la educación sea real y efectivo. Para eso movilizamos todos los recursos con los que contamos y demandamos información de las restantes áreas, planificación, centros, transportes, comedores, inspección, informática, ordenación educativa...Es fácil vernos debatir con los distintos puntos de vista que plantea cada compañer@ desde su especialidad. Pero desde la discrepancia, en ocasiones y siempre con la coordinación del Jefe de Servicio se busca la solución que ajustándose a derecho, mejor se adapte a la petición recibida. La rigidez de la normativa en ocasiones nos impide soluciones más deseables. Pero también es verdad que la salvaguardia de los derechos de todos impiden soluciones a la carta.
Debemos mejorar muchas cosas, abriéndonos a nuevas posibilidades que se puedan proponer y dando opciones a más personas que crean en lo que hacemos y quieran aportar. Lo cierto es que el día a día en ocasiones nos agota y no nos permite más que ver lo inminente. Pero si que es verdad que en ocasiones disfrutamos de esos días donde la charla amistosa crea ese entorno apropiado para exponer nuevas ideas y retos que superar, en definitiva innovar.
Me siento muy orgulloso del trabajo que hacemos cada día y de pertenecer a un equipo y ahora a una comunidad de practica, que tiene muy claros los objetivos y que está abierta continuamente, curso a curso, a mejorar en la prestación del servicio que damos a los centros educativos y a los ciudadanos.
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